lunes, 13 de mayo de 2013

¡Masaje!

Me encanta Barcelona por su playa donde puedo relajarme con amigos, tomar el sol, jugar al voleibol o nadar en cualquier momento. En mí país no tengo esta posibilidad todo el año, sólo por vacaciones. Por eso mismo disfruto mi vida aquí a tope.
Pero en realidad, no es posible disfrutar de la playa tranquilamente todo el rato. Estoy hasta las narices de las personas que quieren vender sus productos. Cada minuto viene un u otro vendedor que te ofrece cerveza, coca-cola, agua o “fresh coco.” Me saca de mis casillas que todos te digan lo mismo: “¡Cerveza, beer, coca-cola, agua, cold agua, cerveza...!”  Pero para colmo, no repiten solamente estas palabras todo el tiempo, sino que lo hacen con una melodía realmente desagradable.

Yo de lo que estoy verdaderamente harta es de las mujeres que te ofrecen un masaje. Gritan muy repetidamente “masaje, masaje” y si les prestas atención, no te puedes deshacer de ellas. Por si no fuera bastante , a veces estas mujeres te tocan para enseñarte como es su masaje tan extraordinario. ¡Esto sí que es el colmo! ¡Ya está bien, hombre, ya está bien!
En mí país sólo hay gente que vende helado, ¡pero eso no resulta tan pesado como las mujeres que quieren darte un masaje! 

7 comentarios:

  1. Jajaja, estoy muy acuerdo contigo! Odio cuando la gente me toca. Vivo muy, muy cerca de la playa y solo voy a la playa por la mañana por esta razòn.

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  2. Estoy totalmente de acuerdo, Anja. Me saca de mis casillas. La playa es para relajarse y eso no se puede hacer cuando los vendedores siempre te molestan. Eso tampoco nunca pasa en mi país.

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  3. Jajajaja, qué razon tienes!! Cada vez que he estado en la playa, tengo la melodía de los vendedores en la cabeza y me persigue durante toda la noche!

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  4. Siii, yo lo sé :) pero desgraciadamente en Barceloneta

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  5. ¡Me parto de risa! La descripción que has dado es la realidad de como es la playa. Los vendedores ambulantes de bebidas me molestan más que los que venden masajes porque no dicen las palabras “mojito, cerveza, beer” las cantan en una voz increíblemente monótona que suena en mi cabeza el resto del día. A veces quiero gritar “ ¡Basta ya! ¡Basta!”

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  6. ¡Tan pesadas las asiáticas! A veces me dan masajes gratuitas porque intento ignorarlas... ¿Qué hay que hacer para que se vayan?

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